Omara Portuondo cantó a su pueblo
La cantante interpretó en el teatro capitalino Karl Marx las canciones de su disco Gracias, ganador de un premio Grammy Latino
Entre los obsequios de la noche estuvo la entrega del Premio EGREM, máximo reconocimiento que otorga la casa discográfica que reproduce y promociona gran parte de la creación musical de la Diva del Buena Vista Social Club.
Para el pintor, Erick Olivera, el concierto fue espacio ideal donde saldar una vieja deuda consigo mismo: entregar a la artista el retrato que su belleza y canciones le inspiraron.
Mis padres me dijeron que sería cantante y representaría a Cuba, y yo me lo creí, confesó entre risas esa habanera extraordinaria que interpreta a su antojo cada género de la música cubana del siglo XX, y se desplaza en el escenario con picardía, desafiando los 80 años que está lejos de aparentar.
Los invitados de la noche aparecieron en el momento justo en que la anfitriona y homenajeada hacía notar su presencia, Arnaldo Rodríguez, Heidi, Waldo Mendoza y la propia nieta, Rossio, todos contagiados con el embrujo de la noche.
Otra de las invitadas fue Vannia, quien minutos después de improvisar un Contigo en la Distancia irrepetible, con Heidi y Omara, dijo en exclusiva para la AIN, que cantar junto a una mujer tan llena de canción y de pasión, era el más lindo regalo que podía recibir.
Gracias, Tres Palabras, Havana Travel, Adiós Felicidad, Qué será y Cachita, fueron algunos de los temas escogidos para el regalo, lista en la que no podían faltar Amigas, Drume Negrito, Dos Gardenias y Por eso yo soy cubana.
El solo que interpretó la Orquesta y los de los músicos Suamy y Chicoy fueron una reverencia de Omara a la riqueza de la música y el virtuosismo de sus amigos, quienes parecieran inspirarla, cada vez con nuevos bríos y más feeling
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