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A mi Entender

Sesionó en Cuba Coloquio Internacional Nuestra América

nuestra_america.jpgParticiparon 120 trabajos de investigadores cubanos y extranjeros que tratan varios temas reflejados por José Martí en su ensayo “Nuestra América”. El evento está dedicado al 90 aniversario de Cintio Vitier.

El Centro de Estudios Martianos abrió sus puertas para recibir martianos de Cuba y otras partes del mundo para valorar a través de diversidad de trabajos los enfoques presentes en el ensayo de José Martí Nuestra América.  La original obra mantiene su vigencia para los pueblos latinoamericanos al cabo de 120 años de su edición príncipe en La Revista Ilustrada  de Nueva York el 1ro. de enero de 1891 y al finalizar el mes en el periódico El Partido Liberal en México.

La sesión inaugural estuvo presidida por el Dr. Armando Hart Dávalos, Director de la Oficina del Programa Martiano, la Dra. Ana Sánchez Collazo, Directora del Centro de Estudios Martianos y Fina García Marruz, compañera y fundadora de la sede del encuentro junto a su compañero Cintio Vitier, el primero de sus directores.

La obra, considerada entre los tres pilares fundamentales presentes en las tesis dejadas por el Maestro a la posteridad, entregó su sintética luz cuando ya se preparaba la fundación del Partido Revolucionario Cubano. Su lenguaje metafórico conduce con claridad al análisis político de los retos de los pueblos hermanos del sur que conforman la actual América Latina. Lo esencial de ellos  será evaluado durante tres días por estudiosos de su obra en Cuba y entre otros ponentes procedentes de México, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Brasil, Costa Rica y Venezuela.


Caridad Atencio Mendoza, investigadora del Centro de Estudios Martianos leyó el elogio de Cintio Vitier a quien también se le dedican las sesiones del encuentro científico. Subrayó en sus palabras que se le rendía homenaje a él por sus noventa años de vida, además de ser fundador y alma de la institución que logró levantar con mucho amor y entereza. En ella estuvo su estudio notable en la definición de la obra martiana, entre las que elevó con la profundidad de sus análisis el ensayo Nuestra América, como una realidad trascendente y que por tales razones,  merece ser también centro del agasajo que el actual encuentro le dedica al importante llamado del Maestro.

La oportunidad fue apropiada para develar un busto de Cintio Vitier, en el patio interior de la institución cubana. La obra artística es semejante a la que se le hizo en ocasión de habérsele concedido el Premio Literario Juan Rulfo en México y que su autor Alfredo López Casanova tuvo la gentileza de donar una copia de ella que entregó como donación al CEM.

El doctor Iván Schulman, destacado investigador norteamericano con cuatro décadas de análisis de la obra de José Martí, abrió el encuentro con la conferencia “Nuestra América o la necesidad de reinscribir el pasado”, quien destacó la multilateralidad presente en un texto que no ha envejecido aún en nuevos contextos y es capaz de entregar al futuro una visión aún vigente en los conceptos que se mueven en la actualidad.

A lo largo de su intervención recordó como el Maestro ya había advertido el desequilibrio universal y los procesos que tenían lugar en Estados Unidos en las líneas de su obra Amistad Funesta. Y como las preocupaciones de su mirada ante tal cataclismo se puede encontrar en el prólogo de Ismaelillo. En ella subrayó su interés en refugiarse en él, al sentirse espantado por el avance de la ambición y la falta de humanismo. También una portada del futuro ensayo es fácil encontrarlo en medio del tejido de otra obra de igual género, se trata de Al Niágara, desde cuyas ideas marchó a autotitularse como un “cesto en llama”, si fuera necesario para que en lontananza pudiera observarse otro panorama en el planeta.

Schulman subrayó que en el Maestro siempre se estableció una visión de paz y resoluciones para alcanzar el bien de la humanidad. Pero la hondura de su pensamiento le permitió horadar en la difícil situación mundial por la que consideró necesario alcanzar el equilibrio de todos los elementos constituyentes de cada país del planeta. Sus vertientes tomaron en cuenta tanto el aforismo como formulaciones discursivas que tanto ayudan al fondo de argumentaciones plenas de historia, política y multiplicidad de otras aristas de la investigación social. Pero no dejó a un lado su mirada de la modernización brutal por la que era necesario enfrentar aquel capitalismo que oprimía a los indígenas y les arrancaba su paz y riquezas.

Por último agradeció la oportunidad de volver a confraternizar con los cubanos y demás martianos de otras partes del mundo. Confesó en medio de su llamado final que vivimos con muchas dudas e incertidumbres del pasado. Esas lecciones  imponen la responsabilidad de construir un mundo más equitativo y de transformarlo en un espacio donde el equilibrio de la vida natural y social no sea lo adverso ni distante. Por todos esos argumentos validó que releer el ensayo Nuestra América en la actualidad ha sido emocionante. En él se puede encontrar el conocimiento histórico, literario. La obra logra colocar al lector en el portón de otras épocas y raíces. Y se convierte en un instrumento para la libertad de América e inspiración importante y fehaciente para la reconstrucción del mundo en el siglo XXI.

El Coloquio asumirá las ponencias y otras acciones que sobrepasan las 120 ponencias en cinco comisiones según las temáticas establecidas en doce grandes temas que han considerado  la modernidad y contramodernidad, la contemporaneidad del legado martiano, la educación social y el fomento de valores, el nuevo periodismo y sus resonancias, el anclaje histórico de Nuestra América, las estrategias discusivas,  contemporaneidad de su legado, construcción del hombre, visión martiana de las ciencias así como estudios estilísticos y lingüísticos entre los que se precisan las líneas trascendentes de la genial obra martiana.

Miralys Sánchez Pupo

Cubaperiodistas.cu

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