Una palabra sin igual : mamá
Bárabara Fortes
Otro segundo domingo de mayo dedicado a aquellas que no dejan de sonreír, ni escuchar a los hijos, en cualquier momento difícil de la vida.
Es tradición que esta fecha se convierta en una fiesta para mamá. Los que tienen la dicha de poder disfrutar con ella, se reúnen en familia y no falta el brindis, el regalito de hijos, nietos, sobrinos; hay muchas mujeres que sin serlo biológicamente, asumen ese rol de madre y dedican gran parte de su existencia a ayudar a crecer a los pequeños.
Y no solo es la ocasión para el obsequio sino para demostrarle el cariño y afecto infinitos y decirle a mamá,” te quiero”, “eres ternura y amor”, y el compromiso para ser un mejor hijo.
La celebración del Día de las Madres o Día de la Madre, como se le conoce en muchos países, tiene un origen diverso. Se plantea que en la antigua Grecia, hacia el 250 a.n.e., se dedicaban festivales a la diosa Rhea, madre de las deidades Júpiter, Neptuno y Plutón.
Lo que es indudable que este día especial mueve corazones.
El origen de esta fecha, como se le conoce en nuestros días, se remonta a 1905 cuando la maestra de Filadelfia, Anna Jarvis, a propósito de la pérdida de su progenitora, comprendió lo esencial que es demostrar el afecto a las madres.
Por sus esfuerzos el primer Día de las Madres se reconoció en una ceremonia religiosa el 10 de mayo de 1908. Los claveles, flores favoritas de las Jarvis, se utilizaron como adorno. Desde entonces, el rojo simboliza a las madres con vida, y el blanco representa a aquellas que ya no están con nosotros.
El Congreso de los Estados Unidos aprobó la fecha en 1914, como el Día de las Madres y se declaró fiesta nacional.
En Canadá, China, Japón, Sudamérica y África se celebraba este día hacia el año 1911 y actualmente decenas de países dedican el segundo domingo de mayo a quienes nos dieron la vida.
Cuba considera a Santiago de las Vegas el lugar donde se iniciaron los festejos, pero revelaciones recientes indican que el honor le corresponde al poblado de Puerto Padre, provincia de Las Tunas. Aconteció el 6 de abril de 1920, promovido por el doctor Eduardo Queral,un mes antes de que Francisco Montoto las homenajeara en el Centro de Instrucción y Recreo de la localidad habanera. Un año después se celebró en La Habana.
El 10 de mayo de 1919, Queral se inició en la logia Los Perseverantes, de Puerto Padre, donde a principios de 1920 presentó una moción para declarar el segundo domingo de mayo como el Día de las Madres.
A propuesta del periodista Víctor Muñoz se le dio carácter oficial, según reporta la prensa de la época, el 22 de abril de 1921, al ser aprobada por el ayuntamiento de La Habana, la celebración de esta fecha y en 1928 se extendió a todo el país.
Pero es cierto, no basta una fecha para la celebración y agradecer el amor y cariño que tributan a los hijos, pues no hay nada más valioso e importante para una madre.
Esa maravilla de la vida, ejemplo de consagración a la familia, de amor constante, espejo de luz que irradia ternura Cuánta grandeza encierran esas cuatro letras.¡Felicidades mamá!
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