Con la ternura y la firmeza de la mujer saguera
Bárbara Fortes
La valentía y el patriotismo han caracterizado a través de los años a la mujer sagüera.
Su fuerza e ímpetu se manifestó en el Congreso celebrado en La Habana en 1939.Varias compañeras representaron a este terruño en el importante cónclave .Entre los nombres que figuraron en la lista estaban el de Asela Becker, Delia Alcocer, María Josefa y Pilar Pí e Inés Triana Pérez, pilares de la lucha por la emancipación femenina de su terruño.
Levantaron sus voces como militantes del Partido Unión Revolucionaria y expusieron en el cónclave sus ideas progresistas y supieron representar dignamente a la mujer en el momento histórico que les tocó vivir.
Eran años muy difíciles, de extrema pobreza, y las féminas eran marginadas y solo podían desempeñarse como amas de casa.
Ante esa situación denigrante asumieron una actitud rebelde .Con el ánimo de unirse y luchar, en 1949 constituyeron en Sagua la Grande, la Federación Democrática de Mujeres Cubanas.
Esta organización tenía como prioridad fundamental elevar el nivel cultural, político e ideológico de la membresía, al mismo tiempo que se les preparaba para la lucha armada contra el régimen imperante.
En sus filas se reunieron cerca de 400 féminas, quienes se involucraron en los problemas políticos con demandas y ayuda económica a las madres desposeídas.
Entre las iniciativas realizadas por la organización femenina sobresale la edición de una pequeña revista denominada “Mujeres Cubanas”,la que se vendía a cinco centavos .La recaudación se empleaba en el mantenimiento de las Academias de Corte y Costura y a las madres sin recursos económicos. En las referidas Academias llegaron a matricular cerca de 200 féminas de manera gratuita.
La labor social de las sagueras en esa época, incluía actividades infantiles a las que acudían las madres de los niños. En esas reuniones conocían de la necesidad de unirse, reclamar trabajo con jornales decorosos, más escuelas y servicios de salud, entre otros.
Auspiciado por esta organización se conmemoró por primera vez en Sagua, el 8 de Marzo, en la década del 40, en acto celebrado en el local de la Hermandad Ferroviaria, hoy escuela primaria Fe del Valle. El encuentro devino protesta contra las malas condiciones de vida no solo de la mujer sino del pueblo en general que sufría los atropellos de los gobiernos corruptos de la época.
Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, las mujeres de Sagua la Grande, constituyeron un Comité de Madres por la Paz. En esa ocasión la idea abarcó también al poblado de Sitiecito, con el propósito de agrupar a mil mujeres.
El propósito se cumplimentó y recaudaron aproximadamente $800.00 para los gastos de la delegación de Cuba que asistiría al Congreso por la Paz, que tendría lugar en Budapest.
La presencia de la mujer sagüera se hizo sentir en todo momento, a pesar de la represión existente. No hubo obra alguna en la que al menos contribuyera con lo que poseían para ayudar a los más pobres y especialmente a las madres.
En este 8 de marzo, es imprescindible recordar aquellos tiempos en los que la desigualdad y la marginación signaban a las mujeres.
Muy distinta resulta la imagen hoy, después del triunfo revolucionario de 1959, en que las sagueras están presentes en cada obra ,guiadas por el ejemplo de Vilma, Celia, y tantas hijas de esta Patria, que con felicidad pueden hoy exclamar que seguirán unidas por el futuro y el porvenir, junto a la Revolución.
0 comentarios