Concierto de Silvio en Loma Modelo, Regla; con el trío Trovarrocoy otros invitados
Texto: Mónica Rivero, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana. Fotos: Alejandro Ramírez Anderson
A Minervino Guerra la buena música le gusta casi tanto como los automóviles clásicos. Casi tanto.
Minervino, alfabetizador cuando adolescente, hoy mecánico en el “taller Calaña” -como es conocido en Loma Modelo este garaje-, trata de “hacer algo bueno por la sociedad, por los cubanos”. Para él la realización personal va sobre ruedas por las calles de su país.
“Veo el fruto de mi trabajo, hago lo que me gusta y eso me hace feliz”. Tal vez sea por eso que cuando toca las piezas que están por todas partes en su taller, parece que las acariciara; al menos, que quisiera hacerlo.
La labor de este señor, de rostro amable y manos de una suciedad limpísima, no recesa ningún día, ningún mes. Pero este sábado Minervino no trabajó: “De ninguna manera; viene Silvio, y a mí me gusta mucho, porque canta con el corazón, porque se ve que es un hombre que siente lo que hace”. Como él, que a su modo canta lo suyo.
0 comentarios