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A mi Entender

El placer de ser útil con más de un siglo a cuestas

El placer de ser útil con más de un siglo a cuestas

 

 Bárbara Fortes

Un anciano de 105 años de edad, con una salud envidiable, conversa con sus vecinos y barre el frente de su casa, bien temprano en la mañana. Vive en esta ciudad de  Sagua la Grande.  

Si usted quiere comprobar lo que le digo, lo invito a que lea esta historia de Luis Stivi Valiente. Vive en la calle B, en la casa marcada  con el  número 1 del Consejo Popular San Juan Finalet, de Sagua la Grande.

Vive con su hija Clara de 66 años, se siente feliz, afirma, rodeado de sus nietos y biznietos que lo quieren mucho.

Conversar con Luis Stivi Valiente, es un gran placer, al oírlo hablar, nadie puede pensar que este abuelito, atesora más de un siglo de vida.

 Este moreno, lleva en su sangre la estirpe de Mariana Grajales. Recuerda como su abuela materna Caridad Valiente Grajales, le hablaba de su prima, la madre de los Maceo.. 

Nació en Palma Soriano, provincia de Santiago de Cuba, pero tuvo que emigrar a  la actual provincia de Villa Clara y se asentó en áreas del antiguo ingenio Corazón de Jesús .Allí formo una familia con María Josefa Macola, fallecida ya, de ese matrimonio nacieron cinco hijos.

 Trabajó por muchos años en el central azucarero enclavado en la zona, hasta la jubilación. Pero era además agricultor, cultivaba la tierra, afirma, y era una de las cosas que más le gustaba hacer. 

De sus vecinos dice “son  como mi familia y al que pueda ayudar lo ayudo” y con tremenda dicha  expresa  que el  presidente del CDR de su cuadra lo tiene en la lista de honor del trabajo voluntario.

Con voz pausada pero pletórica de emoción afirma que  nunca ha vivido mejor que ahora: “Fíjate mija, que me ingresaron en el hospital el año pasado  porque tenía gripe y  me trataron con gran cariño y sin costarme nada” 

El tiempo pasa , hace dos años  tengo artritis y me duelen un poco los huesos, pero cuando estoy haciendo algo, se me quita, por eso, no dejo de barrer la calle, solo cuando llueve, que me pongo triste, de verdad” 

Con voz emocionada afirma estar contento de haber vivido estos años de revolución. Con un tono de voz más fuerte resume su sentir:”quiero mucho a Fidel a Raúl, a Morales y a Chávez, son muy buenos”. 

Es una gran satisfacción poder dialogar con este anciano que corrobora una vez más que la provincia de Villa Clara, es la más envejecida de Cuba, con un promedio de vida de unos 78 años, sobrepasado enormemente por Luis Stivi Valiente, quien  hace honor a su apellido,al enfrentar la vida con valentía, y a la vez saber que cada día no obstante los avatares que se tengan que afrontar, haysiempre  un motivo para vivir con alegría. 

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