Para los sagüeros nuestra vida es este río
Por Bárbara Fortes
Para los sagüeros nuestra vida es este río, afirma Ismael Santos, y fija de inmediato su mirada en el agua,para dejar volar volar sus pensamientos.
El paisaje es matizado por los robustos flamboyanes y la histórica Ceiba plantada en homenaje a los revolucionarios masacrados por el régimen español. A este pueblo se le conoce como La Villa del Undoso, bautizado por el poeta Plácido en visita realizada en el año 1842
A los sagueros lo que nos identificará siempre será vivir en un pueblo dividido a la mitad por un gran río, que ocupa el segundo lugar en extensión en el país y se nombra como nuestra ciudad, Sagua la Grande .
Precisamente el vocablo aborigen Cagua, significa región de muchas aguas, del mismo proviene la palabra Sagua.
Este afluente , es conocido también por el Undoso, como lo bautizara el poeta Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, cuando estuvo de visita en Sagua, en el año 1842, y le dedicara un poema a su río El Undoso.A partir de ese momento, a Sagua la Grande, se le denomina además , Villa del Undoso.
Es la arteria acuática a la que estamos indisolublemente unidos. Por qué? Nacimos, crecimos y vivimos a su lado, eso nutre la espiritualidad de las personas. Resulta una visita reconfortante , ya sea en las mañanas o en el ocaso , estar junto a su río, al que sienten como algo muy suyo, del que se enorgullecen y poder así de cerca , respirar ese aire húmedo, refrescante, que es toda una inyección de vida, r sus aguas que corren, ver los pequeños y coloridos barcos, que descansan sobre sus aguas, sentarse en el malecón a disfrutar de la belleza natural del entorno, matizada por los inmensos framboyanes y la gran armadura de hierro que identifica a nuestra ciudad y que encierra tanta historia.En este lugar existió un puente de madera por donde entraron victoriosas las tropas del general saguero, José Luís Robau, al terminar la guerra de independencia. La vía actual se construyó en 1905, y lleva por nombre El Triunfo, para rendir homenaje al aguerrido mambí.
Si hacemos un viaje en la memoria, resulta esencial, recordar que en el área del río, donde se inicia la calle Padre Varela, fue construido el Embarcadero, de gran relevancia económica, pues hizo famosa a Sagua.El historiador de la ciudad Raúl Villavicencio Finalé, apuntó que la primera goleta con mercancías arribó en el año 1786 y desde allí se transportaban entre otros productos, sal, cuero, miel de abeja y madera. Se cuenta que con esta madera cortada en las zonas de Sitiecito y Alacranes se construyeron importantes edificios en España como El Escorial, un monasterio majestuoso que aún perdura. Sin duda, el Embarcadero, fue un punto vital que posibilitó establecer vínculos con el exterior. No sólo Sagua tuvo esa posibilidad, sino que atrajo a otros caseríos como Cifuentes, Quemado de Guines y Santa Clara, que empleaban el Embarcadero, con fines comerciales.
Los sagueros sentimos la añoranza de nuestro río, en cualquier lugar donde nos encontremos porque en los alrededores, un paraje de gran hermosura, bañado por sus aguas, nació la que sería la futura ciudad de Sagua la Grande, que hoy convida a todos sus hijos a ayudar con más fuerza al progreso , para que afloren cada día con amor, la historia, sus personalidades relevantes y conquistas de una tierra que abraza este 8 de diciembre sus 197 años de fundada.
0 comentarios