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Grand Prix: Grischuk, el testarudo

Grischuk, grande en el ajedrez, temible en el póquer.

Grischuk, grande en el ajedrez, temible en el póquer.

En otra jornada de coexistencia pacífica sobre los tableros del Grand Prix de Londres, Leinier Domínguez (2725) entabló con piezas negras ante un contemporáneo de alto vuelo, el ruso Alexander Grischuk (2754), cuyo grueso expediente blasona de un triunfo en el super torneo de Linares.

En una Apertura Inglesa, el cubano intentó el intercambio temprano de las piezas -una vieja costumbre- frente a un adversario con el que había empatado tres veces anteriores en partidas clásicas. Pero Grischuk no se lo consintió, enfrascado como estaba en la búsqueda del punto.

Siempre por debajo del rival en asuntos de cronómetro (por momentos, tres cuartos de hora), Leinier debió hacer no pocos movimientos a ritmo de vértigo para llegar al control de tiempo establecido, tal como le sucedió la víspera ante el joven Anish Giri.

Grischuk, hay que aplaudirlo, batalló cuanto pudo. Inclusive se dio a reflexionar largo y tendido en la exploración de alguna ruta interesante, y aun consiguió un peón pasado, pero estéril. Sin embargo, no cejó. Quería la victoria, y tomó la iniciativa mientras Leinier se limitaba a alternar su rey en las posiciones “g7″ y “h7″.

Así continuó el match, con escaramuzas del uno y efectivas defensas del otro. Entonces era el ruso el que abusaba del reloj, hasta que las dos damas salieron de contienda y obtuvo la ligera, insuficiente ventaja de un peón. El desenlace se sabía de antemano. Mas Grischuk llevó la situación hasta las últimas consecuencias y, a la postre, los monarcas quedaron solitarios y mirándose a los ojos, como dos toros bravos que acababan de echar una guerra dilatada y fatigosa.

Lo mejor de la ronda lo aportó Peter Leko (2737), verdugo de Vassily Ivanchuk (2769) en una Defensa Francesa donde el genio ucraniano firmó un desliz en el movimiento 33 que lo dejó en manos de la muerte, incapaz de frenar a un peón con boleto al paraíso por la columna “h”. Según las bases de datos, fue esta la quinta victoria de Leko sobre el genio ucraniano, que lo ha vencido en ocho oportunidades, con la friolera de 22 empates acordados.

Otro que salió airoso fue el preclasificado número uno del certamen, Hikaru Nakamura (2783), que llevó piezas negras ante el ex titular del universo Rustam Kasimdzhanov (2684). El uzbeco soportó a pie firme la India de Rey de un contrincante herido por su inapelable derrota de ayer contra Gelfand, pero erró increíblemente en el lance 60 y entró por derecho propio en red de mate.

Los demás emparejamientos no depararon sangre. Anish Giri (2730) y Hao Wang (2742) pactaron la paz en una Eslava con la mesa repleta de figuras; Michael Adams (2722) y Shak Mamedyarov (2729) resolvieron con precisión quirúrgica una compleja Caro-Kann; y Boris Gelfand (2738) y Veselin Topalov (2752) arribaron a un final anodino tras el inicial Gambito de Dama Declinado.

Mañana, Leinier conducirá las blancas contra Gelfand, un zorro de 44 años que en mayo último dirimió contra el indio Vishy Anand la corona universal del juego ciencia.

El resto del menú lo componen los cotejos Nakamura-Leko, Topalov-Kasimdzhanov, Wang-Grischuk, Mamedyarov-Giri e Ivanchuk-Adams.

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