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A mi Entender

Aplica Cuba nuevas terapéuticas ante la Diabetes Mellitus

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Por Ricardo R. González

Foto: Carlos Rodríguez Torres

Unos 300 infantes cubanos reciben ya tratamientos con las llamadas insulinas ultrarápidas, lo que constituye una novedad dentro del panorama de la diabetes mellitus (DM) en función de mejorar la calidad de vida.

Lo confirmó el doctor Francisco Carvajal Martínez, presidente de la Sociedad Cubana de Endocrinología, en declaraciones durante las sesiones de la Primera Jornada Territorial en torno al padecimiento, y la V Jornada Nacional de los Centros de Atención y Educación al Diabético (CAED), cuyas sesiones concluyeron, la víspera, en Caibarién.

Por el grado de organización y el trabajo desplegado, el profesor Carvajal Martínez felicitó a Villa Clara, e instó a profundizar en la pesquisa de la enfermedad desde edades tempranas, si se tiene en cuenta que aun la percepción del riesgo es aun baja.

Trascendió que 350 mil cubanos conviven con la DM, lo que representa entre el 15 y el 20 % de la población, ante una pandemia motivada por el descontrol metabólico de la glucosa en sangre, por lo que impera la educación rigurosa en el paciente y sus familiares.

En este sentido, el archipiélago suma unos mil enfermos menores de 15 años lo que llama la atención como gran problemática para la familia y la sociedad.

Estudios bien fundamentados sitúan al sobregiro en el peso corporal, la hipertensión arterial (HTA), el hábito de fumar, el estrés, la vida sedentaria, y el alcoholismo entre los factores de riesgo que predisponen al padecimiento.

Sin embargo, la directora del CAED en la capital villaclareña, doctora Elba Rodríguez Varcárcel, subrayó que no se pueden obviar los factores genéticos e inmunológicos.

Aunque no existen aún soluciones mágicas para la DM debe señalarse que puede evolucionar sin síntomas y de manera enmascarada. El paciente no conoce que está enfermo, y lo más peligroso consiste en que la afección influye notoriamente en la enfermedad renal crónica, la ceguera, o las amputaciones de los miembros inferiores, por lo que impera la prevención para no llegar a dichos desenlaces.

Se considera a una persona diabética cuando reporte 7 o más milimoles por litro de sangre en dos glucemias en ayunas.

Respecto a la conocida glucemia provocada Nancy Victoria Tejeda Mollinedo, licenciada en medios diagnósticos, precisa que tiene sus normas específicas.

« El día anterior —advierte— el paciente hace una vida normal. Lo que si debe mantener ayuna entre ocho y doce horas previas al análisis. Los técnicos proceden a la primera toma de sangre, después aplican la proporción establecida de gramos de glucosa, esperan dos horas, y realizan una segunda prueba.»

Pero en caso de un seguimiento al enfermo ya declarado se mantienen idénticos requisitos, aunque, entre una y otra extracción, la persona debe realizar su desayuno habitual.

Según estimados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cifra de diabéticos superará los 440 millones para el 2030.

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