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Dr. Pedro Padilla Frías.

Por Ricardo R. González

Foto: Ramón Barreras Valdés

La edad constituye el factor de riesgo más importante en la diabetes mellitus (DM) aunque los exámenes sanguíneos ofrezcan cifras relativamente normales, por ello se hace necesario ampliar los puntos de vista a la hora de emitir un diagnóstico.

Así lo consideró el especialista villaclareño Pedro Padilla Frías en el reciente Taller dedicado a la hipertensión arterial, si se tiene en cuenta que ambas afecciones aportan entre el 70 y 75 % de quienes recurren a métodos dialíticos a fin de mejorar parámetros vitales.

Para definir a un diabético deben valorarse factores de riesgo y antecedentes presentes, por lo que no puede obviarse detalles principales como el sedentarismo, la obesidad, y los padecimientos asociados.

«Una enfermedad mal controlada es la causante de múltiples complicaciones y secuelas. En ocasiones su comportamiento engaña, y se procede a un diagnóstico ocho o diez años después de instaurada la DM, por lo que insistimos en detecciones tempranas».  

De acuerdo con los exámenes de laboratorio se considera diabético a quienes presenten una glucemia igual o superior a los 7 milimoles por litro de sangre en ayunas, y con cifras que igualen o rebasen los 11 milimoles por litro una vez realizada la prueba de tolerancia (glucemia provocada) a las dos horas posteriores.

No obstante, el galeno precisa que de 5,6 a 6,9 se abre un rango de dudas, por lo que deberá tratarse a toda persona que, al margen de las cifras, presente determinadas alteraciones.  

Llama la atención el incremento de menores de 19 años que padecen la enfermedad cuyo cómputo supera los 200 infantes en una provincia que marca una prevalencia de 53 diabéticos por cada mil habitantes, muy cercana a las estadísticas del archipiélago con 55 afectados por igual proporción.

Lograr el control metabólico, prevenir complicaciones, y rehabilitar al paciente con secuelas para evitar futuras complicaciones resultan claves ante una enfermedad crónica que hasta el cierre de julio de 2014 ocupaba la décima causa de muerte con 387 millones de portadores en el mundo.

En este sentido sobresalen las acciones del Centro de Atención y Educación al Paciente Diabético (CAED), de la capital provincial, cuyo equipo multidisciplinario ha atendido a más de 4 550 personas en sus ocho años de creado.