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A mi Entender

Sobre las emociones, conozca

Las emociones parecen ser la parte más complicada del ser humano; son difíciles de estudiar y las investigaciones varían con el tiempo. Sin embargo, hay datos científicos bastante sorprendentes acerca de ellas.

¿Conoce que las emociones negativas pueden beneficiarnos? Actualmente, con el estrés y velocidad de los hechos, suele decirse que pensar en positivo es lo mejor para la salud, pero los estudios han demostrado que procesar las emociones negativas es bueno, y no al revés.

Ser demasiado positivo puede llevar a no ver la realidad claramente, y forzarnos a ser felices no es tampoco la solución. Además, las emociones negativas son muy difíciles de fingir, e incluso son sobre las que menos intentamos mentir.

Probablemente, hemos aparentado una sonrisa más de una vez, pero la tristeza es más complicada, pues incluye componentes diferentes en todos nosotros. Las lágrimas, por ejemplo, son imposibles de fingir si estamos abatidos.

Detonantes de emociones

Los científicos han demostrado que cuando se muestra a una persona una imagen de alguien lastimando a otro, o haciendo algo indebido, la parte del cerebro que se activa es la de las emociones, mucho antes que la moral. Las primeras reacciones son dar rabia, ira, enojo, y de esa manera se llega a la conclusión de que es perverso.

Por otra parte, es raro pensar en que el olfato afecte a las emociones mucho más que una canción, una imagen o una caricia, sin embargo hay explicaciones científicas para esto.

Mientras la información de los otros sentidos debe pasar por varios filtros para llegar al cerebro, los olores alcanzan directamente a la corteza olfativa, cercana a la parte relacionada con las emociones.

Asimismo, nuestro olfato no es algo de lo que estemos demasiado conscientes, por lo que mientras escuchamos y vemos atentamente, los olores se establecen por su cuenta en el cerebro, pasando inadvertidos.

En personas y animales

El amor es una de las emociones más complicadas, puesto que tiene una parte cerebral y otra química. Los investigadores descubrieron que sincronizamos nuestros patrones cerebrales con el de la persona por la que sentimos amor en ese momento.

Explicaron que la monogamia tiene que ver con dos químicos: la vasopresina y la oxitocina, que se liberan durante el sexo y cuantos más receptores tengamos en el cerebro para esos químicos, más tenderemos a la inclinación sentimental por una sola persona.

Por otra parte, muchos dueños de gatos o perros aseguran que sus mascotas tienen emociones y se ha probado que hasta cierto punto es cierto. El sentimiento que más se observa es la tristeza.

Si vemos con atención a un animal que haya pasado por una situación traumática, deja de comer o se comporta de manera extraña, alejándose del resto. En general, no responde a ningún instinto de supervivencia, sino solamente a la tristeza.

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