La aplicación de la terapia de resincronización cardíaca (TRC) en Villa Clara corrobora la utilidad del método dirigido a mejorar la calidad de vida de los enfermos, sin descartar la reducción de la mortalidad por determinadas afecciones del órgano.  

Desde su implantación se han estudiado unos 200 casos portadores de cardiopatías isquémicas, de corazones dilatados, así como atletas de alto rendimiento, y aquejados por drogadicciones, aunque su aplicación no es masiva, pues responde a las características personales.

Según explicó el doctor Gustavo Padrón Peña, jefe del servicio de electrofisiología, arritmias y marcapasos del Cardiocentro territorial, en el caso de los pacientes que presentan miocardiopatías dilatadas (corazón grande) las muestras electrocardiográficas denotan alteraciones que pueden predecir a cuáles de ellos se les puede someter a la TRC, y quienes son descartados porque no tendrán una respuesta positiva con el método.

En el caso de los deportistas de notorio rendimiento sus electros periféricos revelan aquellos que pudieran hacer arritmias ventriculares malignas e incluso muerte súbita.

Padrón Peña ponderó el carácter preventivo de estas pruebas debido a que al término de la carrera los atletas deben cumplir una fase de desentrenamiento. «Muchos la obvian, y ello incrementa los riesgos de aparición de esas arritmias u otros percances debido a los cambios bruscos en el ritmo de vida, por lo que aún en fase activa podemos pronosticar futuros acontecimientos».

Además de su impacto sobre la disminución de la mortalidad y la progresión de la insuficiencia cardíaca en pacientes con miocardiopatía dilatada de etiología (causa) isquémicas y no isquémicas, la terapéutica es válida ante el deterioro severo de la función ventricular.

También reduce el período de hospitalizaciones, y posibilita la reanudación de múltiples actividades cotidianas.

En estos momentos existe una moderna tecnología y dispositivos de avanzada generación para las TRC a disposición de los residentes en las provincias desde Villa Clara hasta Camagüey, incluso de Matanzas que se incorpora a la red cardiológica central.