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A mi Entender

Cuatro villaclareños en las Series del Caribe



Hay que hacer historia. Ahora que los anaranjados del centro devuelven el privilegio a Cuba, país fundador, de lidiar entre los clubes campeones del área caribeña podemos rescatar las olvidadas historias de los primeros representantes de esta provincia en los torneos desde 1949 a 1961.

Pablo García, de Ranchuelo. 
   
¿Cómo empezó aquella primera Serie? De forma usual se cita el surgimiento de la lid con las reuniones del pacto del béisbol de las Grandes Ligas con los campeonatos invernales, la construcción del estadio del Cerro, la organización en 1948 de la Confederación de Béisbol del Caribe y la firma del convenio de las Series del Caribe... Conrado Marrero, Sagua la Grande
   
Además del Almendares este enmascarado estuvo en el 50 con el Navegantes de Magallanes y en el 51 y 52 con el club Habana.De Marrero demasiado que decir en pocas líneas, un campesino bajito y de manos toscas que fue ídolo del Cienfuegos Sport Club, del equipo Cuba en las Series Mundiales Amateurs, de los alacranes y que con más de 40 años llegó a los Senadores de Washington. El también llamado «El Premier» estuvo con los azules en otras copas caribeñas: 50, 54, 55 y en 1957 con el Marianao.

Sin embargo, la historia no está completa, no se menciona el antecedente inmediato de cómo un equipo mixto llamado All Cubans (con el mismo nombre del que hizo gira en los años 20 por las ligas negras en Estados Unidos) ganó en 1946 la Serie Interamericana, en Caracas, y el éxito fue el que dio la idea de enfrentar a los clubes campeones del área. Allí estuvo un villareño que haría época en el Navegantes de Magallanes y en los rojos del Habana.
 

En 1946 el team de Camagüey se coronó campeón en la Liga Profesional de Verano y el equipo All Cubans, al mando de «Joseíto» Rodríguez, ex almendarista, reforzó en esa ciudad con cuatro peloteros, entre ellos nuestro primer nombre: Pablo García, de Ranchuelos, gran pelotero. Cuba ganó entre cuatro clubes y fue tal el éxito que los inversionistas caraqueños impulsaron la conocida Confederación. Ante la competencia de la Serie del Caribe la Interamericana desapareció en 1950.

Gilberto Valdivia, Placetas.

Ya en la champion antillana nos restan tres nombres del patio en la primera edición, 1949, cuando Almendares obtuvo su primera de siete coronas: Agapito Mayor «El Triple Feo» (Caibarién), Conrado Marrero «El Guajiro de Laberinto» (Sagua la Grande) y Gilberto «El Chino» Valdivia (Placetas). Hay que descontar a Andrés «Titi» Fleitas (Central Constancia, actual municipio cienfueguero de Abreus) y a Octavio Rubert (Sancti Spíritus), en aquel entonces villareños.

Agapito Mayor, de Caibarién.
   
Agapito puede considerarse como el zurdo más ganador de la pelota nacional antes de las Series Nacionales. Además de su paso por Algodones, Fortuna (liga amateur), Almendares, México y ligas menores de Estados Unidos hizo el equipo Cuba a los centroamericanos Panamá ’38. En la primera Serie del Caribe fue el más valioso con tres victorias.

«El Chino» de Placetas es otra muestra de la calidad de la receptoría en la región. Se hizo famoso al ser el único en recibirle con eficacia detrás del plato la bola de nudillo a Hoyt Wilhelm, un salón de la fama que confesó fue su mejor cátcher. Esa es una leyenda.



Y con el que abrimos cerramos: Pablito fue el último villaclareño --según la actual división-- en actuar en la Serie del Caribe, cuando con los Navegantes venezolanos custodió un jardín en el Estadio Universitario de Caracas.

Cuando el Villa Clara de Moré salga al terreno de Isla Margarita veremos quién será el quinto «anaranjado» en aparecer en la hoja de la historia. Tras él habrá un torrente de muchachos que como todo un equipo campeón intentará poner el nombre patrio en la gran lista de monarcas.

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