Blogia
A mi Entender

Rudy Mora: “Deseo saltar la pértiga y clasificar”

28 Octubre 2012   

moraRudy Mora acabó de filmar “matao”, como jocosamente dice, su segundo filme, Leontina; y está inmerso en otros procesos que llevarán a esta cinta a su terminación final.

Olo Tamayo, el Lapatún de Y, sin embargo… repite  en la nueva película  junto con otros niños y será, de alguna manera, el enlace entre ambas producciones. Entre los adultos destacan Corina Mestre, Fernando Echevarría, Omar Alí, Blanca Rosa Blanco, Nelson González, Hilario Peña, Michel Labarta, Cary Vera, Laura Treto, Sergio Buitrago, Giselle González y Yaremis Pérez. Cuenta con las actuaciones especiales de Frank González, Alden Knight, José Corrales, Carlos Padrón, Norberto Blanco, Rosario Cárdenas, Edesio Alejandro, Samuel Claxton, Miguel Iglesias, Pedro Ángel Vera y Arturo Montoto.

Con guion del propio Rudy, en el equipo de dirección participan, entre otros especialistas, Ernesto Calzado en la fotografía, Aramís Balebona como director de arte, Carlos de la Huerta como director de producción, Octavio Crespo en la edición, Juan Carlos Rivero en la música con el diseño sonoro de Osmani Olivares e Ileana Patricia Casas en el maquillaje y la peluquería. Las locaciones  se ubicaron  en Santa Cruz del Norte, al este de La Habana.

Leontina fue un proyecto anterior a Y,  sin embargo…  ¿Por qué se invirtieron los “turnos” de realización?

El azar dio el orden. Cuatro años atrás, cuestiones económicas pospusieron Leontina: el camino para hacer Diana, mi última serie para TV,  se despejó  y la produje; luego se concretó  Y, sin embargo… En el mundo audiovisual casi nunca uno hace lo que quiere en el momento que se pretende, son múltiples los factores a complementar y cuesta tiempo y labor. Este año se pudo concretarLeontina por el impulso definitorio del Ministerio de Cultura sumando al ICAIC, RTVC, ACAV y los Estudios Cinematográficos Churubuscos en México. El 13 de agosto comencé a rodar y concluí el 11 de octubre. En breve comienzo con la posproducción.

La experiencia de su primer largometraje para el cine, ¿benefició la ejecución de la actual película?

Por supuesto. Sigo escuchando que rodar una película es lo mismo que filmar un teleplay (filme para TV), por ejemplo; que la única diferencia es la manera en que se expone el producto, es decir, en la pantalla chica o grande; que la interrelación de los medios casi ha fundido las formas porque en uno y en otro se puede trabajar con una sola cámara o más, también utilizar escenarios en exteriores; que la propia tecnología acerca los medios, en fin, confieso que hasta compartía algunas de esas ideas, pero un colega que cuatro años antes hizo su ópera primame dijo algo que en ese momento no comprendí: “Rudy, en el cine hay que morirse” y hoy creo sé lo que quiso decir, además de entender al maestro Fernando Pérez cuando expresa que sus películas son como sus hijos. No estoy hablando de resultados ni de calidades, un filme puede ser un fracaso y un audiovisual para TV tener mucha calidad, de hecho ha sucedido muchas veces. Cierto es que alguna experiencia haciendo seriados y materiales de todo tipo ayuda; pero la primera experiencia cinematográfica me cambió la cosmovisión productiva, lo asumí como un regreso al año 85 cuando comencé y, lógicamente, esa primera vez me ayudó a enfrentar retos en esta segunda ocasión. Seguiré intentando desentrañar la magia que sí es real y muy profunda.

¿Por qué ha decidido recrear un mundo infantil aunque la película esté dedicada a todas las edades?

La casualidad, hermana gemela del azar, tiene la culpa. Dijeron muchos espectadores y críticos que pretender tener en Y, sin embargo… un espectro amplio de público fue un error, además de ponerme la barra muy alta; como siempre escuché y reflexioné, pero no llegué a  saber cuál es la altura indicada, nadie lo dijo y me hubiera gustado. En Leontina participan niños, también adultos, hay ingenuidad pero también meditación, es decir, otra vez la barra en un lugar indebido según algunos preceptos porque creo que los niños tienen un mundo particular pero forman parte de un contexto y, aunque sean el eje de una historia, otros factores relacionados con los padres interactúan. Apuesto por la inteligencia de los niños que hoy saben trabajar en una PC mejor que un adulto. Y, sin embargo… y ahora Leontina son películas para cualquier público; cuando me preguntaron eso fue lo que dije. Disfruto el riesgo, no lo niego, deseo saltar la pértiga y si fuera posible clasificar.

Adelántenos algo de Leontina.

La historia comienza cuando seis niños coinciden en un concurso de pintura y pierden por un error, derramando uno de los seis potes de colores. Por necesitar pintura azul se escapan para ir a Palma Blanca, un poblado cercano. En el camino tienen muchos obstáculos planeados por los Magníficos, representantes ilustres del poblado gobernados por Trifonia, una mujer capaz de duplicarse. Los niños descubren rarezas en el modo de vida de los habitantes impresionándoles la imposibilidad de reír, lo absurdo de sus acciones  y la lentitud en sus movimientos por lo que intentan cambiar la situación, además de conseguir la pintura. En El legionario, la tienda del lugar y propiedad de Rodrigo ex integrante de los Magníficos, regalan dulces a una hora específica, venden extractos de sentimientos y hay una atmósfera particular. En un intento por comer golosinas y obtener uno de los artículos se derrama el antídoto contra la quietud y la infelicidad retenido durante años en una de las vasijas. El poblado se inunda, los habitantes tienen contacto con el líquido y Trifonia, después de ser traicionada, por sus seguidores pierde el poder y tienen que abandonar. Esta es una síntesis de la historia que es rica en sucesos.

¿De dónde nace el guión de esta historia?

Nació durante un viaje de trabajo a Venezuela en el 2007, cuando visitaba un campamento estudiantil. Fue un proyecto que pretendía hacer con la naciente Villa del Cine sumando niños y actores de países latinoamericanos. Allí surgieron las primeras ideas, acá crecieron. Meses después, en un segundo viaje, fue tomando sentido y finalmente se concluyó ya estando prevista producirla con el ICAIC.

¿Por qué fue necesaria una pequeña actriz haitiana? ¿Cómo fue el trabajo con ella?

Leontina se adentra en varios temas, uno de ellos el de la comunicación entre las personas con barreras idiomáticas; por ello, era necesario un niño que realmente no hablara español y me interesé finalmente por un caribeño. Fuimos a Haití, hice un casting en la Escuela Nacional de Arte en Puerto Príncipe con la colaboración de la embajada cubana y del director del centro: el artista de la plástica Philippe Dodard. Escogimos a Maureen Altagracia, una niña de siete años, porque al personaje de Zafi se le podía cambiar el sexo. Participaron pequeños de varias edades y de localidades diferentes que me fueron llevando. Fue difícil y tenso el trabajo: el cambio, la lejanía, el idioma y el poco tiempo de ensayo influyeron en Maureen; pero tuve la ayuda de todo el equipo, especialmente de Enma Robaina, mi eterna directora asistente.

¿Qué espera de esta incursión en el cine? ¿Está satisfecho con lo logrado hasta ahora?

Satisfecho no, contento sí y un poco agotado también. Se superaron propósitos en la misma medida que no se consiguieron totalmente otros objetivos. Es normal, supongo. ¿Qué espero?, bueno, que la película se comunique, que se abra un camino, que tenga Iré, como se expresa la suerte en el dialecto yoruba. Espero lo que esperan y sueñan todos los realizadores.

Demos un paso atrás: ¿cuál ha sido el camino de Y, sin embargo…?

Me parece que la película está caminando bien. Participó en el Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara; allí obtuvo el premio a la mejor maqueta de largometraje, galardón que le permitirá su terminación en celuloide formato 35 milímetros. Posteriormente, en el China Golden Rooster and Hundred Flowers Film Festival se alzó con  el premio del público a la Mejor Película Extranjera. En breve estará en Cine junior film festival  en Mar del Plata, Argentina y en el  Festival de Cine de Puerto Rico. En el 2013 se exhibirá en el Festival de Cine de Montreal, Canadá y en el Festival Cine Junior de Francia. Lógicamente, está presentada en el comité de selección del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana.

(Tomado de La Jiribilla)

0 comentarios