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A mi Entender

Cuba y Palestina en la ONU

Cuba y Palestina son sistemáticamente víctimas de la prepotencia de Estados Unidos e Israel que vulneran la legalidad internacional.

Estados Unidos e Israel son un tándem de beneficios mutuos que funcionan como un reloj en el apoyo de sus intereses al margen de la legalidad internacional.

El día 24 de septiembre se volverá a votar en el plenario de la ONU, como cada año, la resolución en la que Cuba pide el levantamiento y fin del embargo norteamericano contra la Isla que ya ha costado 975.000 millones de dólares.

Para los que niegan el embargo hay datos recientes que lo confirman. En el último año bancos como J P Morgan, Barclays e ING han tenido que pagar sanciones millonarias a Estados Unidos por sus negocios financieros en Cuba. Los barcos de cualquier bandera que toquen en un puerto cubano, no podrán amarrar en Estados Unidos en los próximos seis meses. Los ciudadanos norteamericanos, que constitucionalmente tienen derecho a viajar a cualquier lugar del mundo, son sancionados con fuertes cantidades si viajan a Cuba.

Las sanciones extraterritoriales que aplica Estados Unidos a compañías que operan con Cuba siguen vigentes.

El es caso de Palestina, son decenas de resoluciones votadas en Asamblea General que son inmediatamente bloqueadas en el Consejo de Seguridad.

Se da la circunstancia que la resolución que se votó en el año 2010 en Naciones Unidas pidiendo el cese del embargo de Estados Unidos a Cuba sólo tuvo dos votos en contra. Casualmente los de Estados Unidos e Israel. Ocurre cada año.

El embargo económico y comercial penaliza al pueblo cubano, es anacrónico y en síntesis es un remedo del cerco medieval que pretendía la rendición de las ciudades por el hambre.

Se da la circunstancia que la resolución que se votó en el año 2010 en Naciones Unidas pidiendo el cese del embargo de Estados Unidos a Cuba sólo tuvo dos votos en contra. Casualmente los de Estados Unidos e Israel. Ocurre cada año. 

El dialogo y la negociación sin condiciones previas es la única dinámica aceptable para el fin del contencioso entre Estados Unidos y Cuba que lleva más de cincuenta años sin otro resultado que el enroque en sus posiciones respectivas. Es hora de un diálogo contractivo que garantice la capacidad de elección de los cubanos sin presiones externas ni internas.

 

Con información de Carlos Carnicero

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