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A mi Entender

Con infinito amor

 Bárbara Fortes

 

 El  arte de crear con las manos  pude apreciarlo en la variedad objetos artesanales que puede confeccionar una persona con discapacidad. Lo mismo un macramé, tejido con hilos gruesos, o un adorno elaborado con fragmentos de hojas, semillas, conocidos como  naturaleza muerta. Pensaba a veces, que algo así  no  era fácil de lograr,  pero en el Taller de Discapacitados de Sagua la Grande, todo es posible porque se hace  con infinito amor.

 Desde septiembre de 1982 funciona esta instalación  que contribuye a integrar a la sociedad mediante el trabajo a las personas con  cualquier tipo de discapacidad ya sea visual, motora  o auditiva. 

 El centro situado en la calle Martí entre Calixto García y Máximo Gómez, en esta ciudad, acoge a 32 miembros de las Asociaciones Nacional del Ciego, de Limitados Físicos Motores y la de Sordos, en el municipio saguero, puntualiza su administrador Eduardo Ríos.

Los compromisos  productivos también incluyen  reanudar la línea de  producción con  papel, como sobres cartuchos y  otros, por lo que  preparan las condiciones necesarias para ello.  

 En estos momentos Zenaida Sanabria, experimentada artesana del municipio, enseña a los que aun faltan por  aprender a  hacer estos objetos que luego se ofertan en la red de tiendas del Comercio en Sagua.  

Muchos de los trabajadores del Taller para personas con discapacidades en Sagua la Grande, están  matriculados en las enseñanzas universitaria  y secundaria, así como en la cultura poseen  un amplio movimiento de aficionados a la literatura, declamación, canto y teatro, lo que reafirma el deseo de  hacer cada día.  

Estas personas discapacitadas reciben atención  especializada  y  son un ejemplo de la importancia que el Estado les  concede por lo  que afirman sentirse felices y  útiles a la sociedad que les ha dado la oportunidad de incorporarse al trabajo, logro que solo puede constatarse en una Revolución como la nuestra.

 

 

 

 

 

 

 

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