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A mi Entender

Con Varela, Martí, y la Historia Viva

« (…) Hace falta un conocimiento integral de nuestra historia, un conocimiento de la historia de América Latina, un conocimiento integral de la Historia Universal. Pero diría algo mas, hace falta una cultura universal e integral, sencillamente. Nosotros tenemos que pensar qué hacer y qué debemos  hacer para desarrollar esa cultura integral.» Fidel Castro Ruz.

«Tal parece que Varela estaba esperando que naciera Martí para morir». La frase sale de los labios de la doctora Selva Dolores Pérez Silva, cada vez que se le acercan pioneros o alumnos de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela, interesados en integrar la Cátedra que radica en la casa de altos estudios y que lleva el nombre del insigne presbítero cubano.

Y acto seguido, la profesora se remite a las palabras de José de la Luz y Caballero: «Mientras se piense en Cuba, se pensará con respeto y veneración en el primero que nos enseñó en pensar». La  idea de uno de los discípulos más consecuentes con el pensamiento de Varela ha suscitado diversas interpretaciones. Pero la esencia radica en resaltar los valores patrios del pedagogo,  Sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político cubano, nacido en La Habana, el  20 de Noviembre de 1788. Constituye una forma distinta de incentivar en los educandos el interés por conocer más sobre su vida y obra.

 «No puede ser de otra manera —argumenta Selva Dolores— porque a Varela debemos conocerlo desde todas sus aristas personales e intelectuales. Quiso la casualidad que falleciera, el 25 de febrero de 1853, justo un mes después del nacimiento de otro gran pensador como lo fue José Martí.»
 

—¿Significa que el propósito de la Cátedra que usted coordina consiste en enseñar el vínculo entre las ideas varelianas y martianas?   
 

— De ahí partimos, mas se extiende al estudio de todos los buenos pedagogos cubanos. Incluimos a José de La Luz y Caballero,  Rafael María de Mendive, Felipe Poey, José Antonio Saco, entre otros.

—No obstante, lo que resalta es el Itinerario Vareliano-Martiano que realizan cada año. ¿Cómo lo organizan?
 

— Durante casi una década de trabajo hemos insistido en que los integrantes de la Cátedra no se conformen con ver en libros las coincidencias de las ideas de Varela y Martí. Por eso, a pesar de las limitaciones económicas hacemos todo lo posible para visitar los lugares históricos donde ellos desarrollaron ese pensamiento.
 

— ¿Cuáles son los sitios?

— El Aula Magna de la Universidad de La Habana. En ese recinto universitario existe el cenotafio erigido para honrar al Padre Varela. Allí le rendimos un solemne tributo y compartimos con el doctor Delio Carreras, historiador de esta casa de altos estudios. Además, hacemos una breve estancia en la Sociedad Económica de los Amigos del País, el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, así como en el Museo Casa Natal de José Martí y a la Fragua Martiana.

—Durante la Feria Internacional del Libro, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, sostuvo un intercambio con varios intelectuales cubanos y foráneos en el cual se enfatizó en la importancia de que las nuevas generaciones conozcan la historia de forma viva y no aprendida de memoria, a través de los libros. ¿Considera que ustedes pueden hacer más en este sentido?

Selva Dolores guarda silencio. Luego sonríe y añade:

«Escuché con atención cada una de las intervenciones de ese encuentro con Fidel. Al mismo tiempo rememoraba el trabajo realizado durante más de 20 años, y de ellos en los 10 últimos se ha realizado el Itinerario Vareliano-Martiano. Opino que para formar valores tenemos que llegar a los sentimientos de los jóvenes. Ponerlos en contacto —siempre que sea posible— con lo que hicieron esas figuras, dónde estudiaron, qué hicieron. Se trata de un estímulo que deja huellas imborrables».

—¿Qué opinan los alumnos?

— Sin dudas —dice Ariel Hernández Manduca, estudiante de 2º año de Marxismo e Historia— el viaje nos ayuda a poner en práctica los conocimientos y profundizar en la vida de Varela. Llevar al aula su ideario pedagógico, el cual no debe quedarse en una investigación, sino convertirlo en método de enseñanza.
Descubrimos aspectos novedosos de su magisterio.

—¿Puedes mencionar algunos?

—Por ejemplo, se basaba en la experiencia y la razón para enseñar; introdujo el método explicativo, recomendando que el alumno hable más que el maestro, combatió la memorización por considerarla contraria al progreso de las ciencias y la llamó práctica irracional.

—¿Le concedes vigencia a ese proceder?

—Por supuesto. Varela estableció que el saber no se consigue repitiendo palabras, por lo que condenó el abuso de reglas y definiciones en los libros. Insistió en la necesidad de formar conocimientos por sí mismos, a través del análisis, la inducción e indicando operaciones, nexos, relaciones.  Es necesario que los maestros y alumnos de hoy vean en él las más ricas raíces de principios de nuestra pedagogía y la estudien con amor.

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