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A mi Entender

Abogan los profesionales de Vanguardia por un periodismo más atractivo, ameno y creativo

 

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Pedro Méndez, conocido caricaturista y director de la publicación humorística Melaíto, narró como conoció a Gerardo Hernández, uno de los Cinco Héroes.

Por Osmaira González Consuegra

La segunda y última sesión del X Festival de la Prensa Escrita en Villa Clara, significó asumir nuevos retos en el quehacer profesional de los redactores, fotógrafos, humoristas, diseñadores, correctoras y directivos del periódico Vanguardia.

«Estos debates no concluyen aquí», afirmó Félix Arturo Chang, director del medio de prensa. La frase, aunque se ha convertido en método reiterado para no dejar concluido los eventos que acontecen en Cuba, se ajusta a las exigencias que demanda el periodismo impreso y digital de estos tiempos. Sobre todo cuando los receptores de los mensajes se convierten cada vez más en agentes de cambios e inciden en las agendas temáticas de los medios de comunicación.

En este sentido, hubo consenso en que hoy adquiere mayor preponderancia la interactividad con los lectores, bien sea mediante el correo electrónico o la posibilidad de comentar las informaciones en el ciberespacio. Se trata de herramientas de retroalimentación que se implementarán progresivamente en la edición digital del ógano de prensa.

Como bien lo señaló el joven colega Yandrey Lay Fabegrat en su ponencia Periodismo y Literatura: Vasos Comunicantes, el lector de hoy  «está hambriento de leer historias». Pero contadas con elegancia, en cuya elaboración predominen la narración y la descripción. Sin dejar de cumplir la función informativa y educativa del órgano de prensa. Durante la exposición argumenté el criterio de que los reporteros pueden elaborar productos comunicativos más variados. Con la intención de  entretener y al mismo tiempo analizar profundamente los problemas sociales, e incluso, proponer cómo solucionarlos.

«Así ayudaremos más a la Revolución —apuntó— porque en el periodismo, considerado por muchos el más difícil de los oficios, se maneja la palabra, al igual que los médicos utilizan el bisturí en una operación quirúrgica. Y en ese riesgo corresponde a los redactores de noticias sugerirle al lector ideas. Hay que asombrarlo hasta dejar que decida por sí mismo. En ese empeño podemos y debemos acudir a las técnicas literarias. Ambos, periodismo y literatura, son deportes mágicos que se ejercen y combinan según el estilo de quienes lo practican.»

La jornada estuvo matizada, además, por un ameno conversatorio de los miembros del colectivo del suplemento Melaíto, sobre cómo desde el humor también se puede contribuir a la defensa de los Cinco Héroes, prisioneros políticos del imperio.

«Los caricaturistas cubanos y en particular los de Villa Clara —señaló Pedro Méndez Suárez, director de Melaíto— nos hemos dedicado a sostener un intercambio más asiduo con Gerardo Hernández, a quien recordamos muy vagamente como el más callado y comedido del grupo Aspirina. Se diferenciaba de los restantes miembros porque no mostraba la misma insistencia por publicar en nuestra publicación.

«Sabíamos que era el creador del personaje Pepino, que firmaba como Nordelo en una tirita de Palante donde criticaba situaciones determinadas. Pero la primera referencia exacta que tuvimos de él, fue cuando se comentó que Nordelo --así firmaba y firma sus caricaturas--, había traicionado la Revolución. El hecho se comentó mucho entre los humoristas. Luego, cuando se informa la verdadera causa por la cuala salió de Cuba comenzamos a identificarlo mejor y a definir acciones para apoyarlo. No solo por ser colega nuestro, sino también por ser el que recibió el mayor e injusto castigo.»

En su relatoría, Pedro no pudo evitar anécdotas chistosas. Pero predominó la sensibilidad humana por la situación que vive Gerardo, condenado a dos cadenas perpetuas y 15 años de prisión.

«A él y sus cuatro compañeros de lucha está dedicado el mayor mural --de 82 metros de largo-- que existe en Cuba contra el terrorismo. Participaron casi todos los humoristas del país. Ahí está el espacio de Gerardo y esperamos que algún día venga a hacer personalmente su caricatura. Así nos lo hizo saber en uno de los tantos mensajes que él nos ha enviado.»

Otro de los temas debatidos versó sobre las normas de redacción, estilo y diseño de  Vanguardia, las cuales se reajustan de acuerdo con las tendencias actuales del periodismo escrito y digital.

La clausura del Festival tuvo lugar en el municipio de Ranchuelo. Allí fueron reconocidos por su labor durante el año 2010 los periodistas Yandrey Lay Fabegrat, Marelys Concepción Díaz, Pedro Méndez Suárez y Nelson García Santos, corresponsal de Juventud Rebelde.

 

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